Deja que mi anchura te rodee
y mis manos enciendan
la luciérnaga turquesa que habita en tus ojos
te enseñare caricias que te sabrán
a levadura a tiempo y rocío de mar
tus espigas de trigo maduro
meceré en el viento de mi amor
inunda mi alma entre el gemido
húmedo y tu risa de lluvia
y cenaremos tu pan crepuscular