jueves, 12 de enero de 2017

CUANDO LAS LUCIERNAGAS BRILLAN

CUANDO LAS LUCIERNAGAS BRILLAN EN LA NOCHE...,

ME ESCONDO ENTRE MIS MANTAS...,
Y DESEO 
JUGUETEAR CON ELLAS...


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miércoles, 11 de enero de 2017

: MIS ... LUCIERNAGAS.

MIS SUEÑOS...,
 ESTÁN ALBERGADOS EN ESAS MILES Y PEQUEÑITAS
LUCES QUE NOS ACOMPAÑAN DESDE EL ATARDECER..., LAS LUCIÉRNAGAS.

AL IGUAL QUE LAS LUCIERNAGAS.



 NUESTROS MAS BELLOS
 Y
 SECRETOS SUEÑOS..., 
ESOS QUE ANIDAN EN NUESTRA MENTE 
VUELAN...,
BRILLAN...,
ILUMINAN.
AL IGUAL QUE LAS 

LUCIERNAGAS...,

CUANDO LOS DEJAMOS VOLAR.



TRISTEZA.


TU TRISTEZA,
MI TRISTEZA...
Y
LA DE MUCHOS,
ES PERDER EL DESEO DE VOLAR
Y
POR SOBRETODO DE,

 ILUMINAR...

viernes, 15 de mayo de 2015

ODA A UN RELOJ EN LA NOCHE- PABLO NERUDA

PABLO NERUDA
ODA A UN RELOJ EN LA NOCHE

En la noche, en tu mano
brilló como luciérnaga
mi reloj.

su cuerda:
como un susurro seco
salía
de tu mano invisible.
Tu mano entonces
volvió a mi pecho oscuro
a recoger mi sueño y su latido.

El reloj
siguió cortando el tiempo
con su pequeña sierra.
Como en un bosque
caen
fragmentos de madera,
mínimas gotas, trozos
de ramajes o nidos,
sin que cambie el silencio,
sin que la fresca oscuridad termine,
así
siguió el reloj cortando
desde tu mano invisible,
tiempo, tiempo,
y cayeron
minutos como hojas,
fibras de tiempo roto,
pequeñas plumas negras.

Como en el bosque
olíamos raíces,
el agua en algún sitio desprendía
una gotera gruesa
como una uva mojada.
Un pequeño molino
molía noche,
la sombra susurraba
cayendo de tu mano
y llenaba la tierra.
Polvo,
tierra, distancia
molía y molía
mi reloj en la noche,
desde tu mano.
Yo puse
mi brazo
bajo tu cuello invisible,
bajo su peso tibio,
y en mi mano
cayó el tiempo,
la noche,
pequeños ruidos
de madera y de bosque,
de noche dividida,
de fragmentos de sombra,
de agua que cae y cae:
entonces cayó el sueño
desde el reloj y desde
tus dos manos dormidas,
cayó como agua oscura
de los bosques,
del reloj
a tu cuerpo,
de ti hacia los países,
agua oscura,
tiempo que cae
y corre
adentro de nosotros.
Y así fue aquella noche,
sombra y espacio, tierra
y tiempo,
algo que corre y cae
y pasa.
Y así todas las noches
van por la tierra,
no dejan sino un vago
aroma negro,
cae una hoja,
una gota
en la tierra
apaga su sonido,
duerme el bosque, las aguas,
las praderas,
las campanas,
los ojos.

Te oigo y respiras,
amor mío,
dormimos