sábado, 8 de abril de 2017

LA LUNA Y LA LUCIERNAGAGA.

Cuando fluí una luciérnaga, nací en medio del bosque, en la oscuridad. 
Tenía miedo e instintivamente seguí la luz. Había un gran circulo blanco colgando
 en el cielo que brillaba para mí, 
llenandome de energía. 
Empecé a ver como se empezaba a ocultar.

 Me enamoré de la luna,
 y le grité que no se fuera.
 Y ella me contesto que se iba
 porque venía alguien mejor.
 Triste,
 me di cuenta de que la luna no brillaba solo para mi y cuando empecé a extrañarla,
 vi salir del horizonte un circulo hermoso, radiante, lleno de calor. 
En ese momento me enamore de el,

 de su cálidos rayos que penetraban la suave cortina de nubes. 
Era tan bello y precioso que olvide que hacía unos segundos amaba otra cosa. 
Fue tan hermoso que lo ame y lo mire por horas, mientras se elevaba en el manto azul. Horas después vi como se coloreaba

 de naranja, y se ocultaba entre las montañas. 
Todo se volvió oscuro de nuevo y esta vez no salió la luna. 

Me sentí triste por que esta vez no había
 nadie que me iluminara. 
Sin embargo empecé a ver a los animales observandome,
 viéndome con asombro y siguiéndome. 
Fue cuando voltee hacia adentro 
y me di cuenta de que esta vez
 yo era quien  iluminaba al mundo...




Cuento corto: La luciérnaga y la luna.


No hay comentarios:

Publicar un comentario