jueves, 14 de mayo de 2020

CUENTO, La luciérnaga mágica Un cuento




La luciérnaga mágica

 Un cuento para descubrir las propias

 capacidades y autovalor




 La luciérnaga mágica es un cuento en el cual los pequeños aprenderán sobre sus propias capacidades y lo importante que es el autovalor.

La luciérnaga mágica

Érase una vez un mundo perfecto, en el que el sol iluminaba los días y la luna, las noches. Todo era felicidad para los humanos, las hadas mágicas, los duendes y los animales. Reinaba la paz y la esperanza, por lo que nunca había problemas.
No obstante, un día el sol no salió como lo hacía todas las mañanas y los seres que habitaban la Tierra entraron en una profunda depresión.
Las hadas mágicas rápidamente le preguntaron a los duendes qué sucedía. El duende mayor les dijo que un ogro solitario había encerrado la paz y la tranquilidad en el centro de la tierra.

El ogro, además de ser solitario, era muy envidioso, pues no soportaba que los demás fueran felices.
La única solución para que el sol volviera a iluminar los días y los habitantes de la Tierra fuesen felices, era que el ogro sintiera amor, algo bastante complicado de conseguir.
El hada mayor y el duende mayor se reunieron para buscar una solución al problema. Por eso, con sus poderes mágicos lograron crear una luciérnaga con 8 patas y 4 alas.

El propósito principal de la luciérnaga era que la esperanza y la paz volvieran a reinar en el mundo, por lo que la luz debía también regresar.
El hada y el duende le dijeron a la luciérnaga que el camino más sencillo no siempre es el más indicado y el amor era lo único que la podría ayudar. Asimismo, debía tocar su propio corazón para que el hada le pudiera transmitir los buenos sentimientos y sus antenas, en el caso de que necesitara sabiduría.

El largo camino de la luciérnaga

Al llegar al centro de la Tierra, la luciérnaga observó dos caminos posibles. El primero era corto y completamente iluminado, mientras que el otro largo y bastante oscuro.
Inmediatamente la luciérnaga recordó lo dicho por el hada y el duende sobre el camino más sencillo, por lo cual decidió tomar el más difícil.
Cuando se encontraba recorriendo el camino, la luciérnaga escuchó unos sonidos perturbadores; sin embargo, tocó su corazón y el hada le dijo que debía pensar en cosas hermosas, ser valiente y estar atento.

Al pensar positivamente, la luciérnaga logró recorrer todo el camino sin mayores dificultades. Cuando llegó, se encontró con un anciano que cuidaba una puerta.
La luciérnaga le preguntó al anciano si podía pasar, pero este le dijo que no era posible, a menos que respondiera tres acertijos correctamente. Además, le comunicó que si fallaba uno, moriría.
Rápidamente la luciérnaga recordó el poder que le otorgaría el duende y tocó sus antenas para poder ser más sabia, aceptando el reto al instante.

Las preguntas del anciano fueron:
  • ¿Qué es lo primero que harías al estar bajo el sol?
La luciérnaga contestó que lo primero que sucedería si estuviese bajo el sol nuevamente sería que su propio cuerpo haría sombra.
El anciano, bastante emocionado, le dijo que había respondido correctamente la primera pregunta.
  • ¿Qué hay en el interior de un agujero profundo?
La luciérnaga pensó que las preguntas eran muy fáciles y respondió que no había nada.
El anciano nuevamente le respondió que estaba en lo correcto.
  • En mis manos se encuentra una mariposa, ¿estará viva o muerta?
La luciérnaga comenzó a desesperarse y no sabía qué responder, a pesar de que se tocaba el corazón y las antenas.
El anciano se percató de eso y le dijo que debía tranquilizarse, pues la ansiedad y la desesperación no la llevarían a ningún lado. Además, ella sola tenía la posibilidad de resolver el acertijo, según él.
La luciérnaga recordó que el hada y el duende nunca estuvieron con ella, sino que la confianza en sí misma fue la clave para superar todos los obstáculos que se le presentaron en el camino. Por eso le respondió al anciano: «En realidad, la mariposa podría estar viva o muerta, puesto que no depende de mí, sino de las manos en las que se encuentre.
El anciano, visiblemente emocionado, le dijo que había respondido de manera correcta y le abrió la puerta del agujero.
De inmediato la luciérnaga entró y recogió la paz y la esperanza para llevarlas nuevamente a la superficie.

El regreso a la felicidad

Aun así, su misión todavía no había concluido, porque debía regresar. Además, para que la paz y la esperanza volvieran al mundo, era necesario obtener la luz, que la poseía el ogro.
Cuando estaba regresando, la luciérnaga nuevamente escuchó los sonidos perturbadores; aunque recordó que debía confiar en sí misma, por lo cual se dedicó a escuchar detalladamente.
Los sonidos resultaron provenir del ogro, quien estaba poseído por la envidia. La luciérnaga logró desencantarlo y alejar para siempre la envidia de él.
El ogro, agradecido con la luciérnaga, le dio la luz como gratitud y la acompañó hasta donde estaban el hada y el duende. Allí todos juntos unieron la luz, la paz y la esperanza, y las esparcieron alrededor del mundo.
La luz del sol y la luna regresaron y todos los seres nuevamente fueron felices, sobre todo el ogro y la luciérnaga.

Moraleja

La luciérnaga no confiaba en sus capacidades ni creía en sí misma, por lo que el hada y el duende la tuvieron que ayudar. Afortunadamente ella entendió en un momento difícil que debía confiar más en sus capacidades y no depender de lo que pensaran o dijeran los demás.
Por otra parte, el ogro aprendió que el amor y la felicidad son muy importantes. Asimismo, él estaba poseído por la envidia, algo que nunca será bueno ni ayudará en la vida.




TE SALUDA LUCIERNAGA

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