TAN SOLO
JOSEFINA.
...tan sólo una mirada,
una pupila solo para todas
las cosas.
Para la aurora y el ocaso,
para el amor y el odio,
para el amante y el verdugo,
la paloma y la víbora,
la estrella y la luciérnaga.
Solamente unas manos
para el cáliz y el látigo,
para la rosa y para el cactus.
Solamente unas manos
para la arena y el rocío,
para mecer la cuna,
y acariciar el sien del esperado,
y abrir el ultimo agujero.
Una boca tan solo
para el beso y el grito
y para la oración y la blasfemia.
Para el suspiro y la mentira,
para el perdon
y la condena.
Y tan solo una sangre
para escuchar el tiempo,
para ver los sueños,
para comprar la herida y la agonia,
y destilar las lágrimas.
Ah, tan sólo una sangre
una boca, unas manos,
una mirada sola.