Una luciérnaga no alumbra todo su camino pero todas las luciérnagas estrellan una noche. Como en tácito acuerdo cuando unas luciérnagas se encienden otras se apagan. Cuando se apaga un pensamiento se enciende otro para que no te quedes a oscuras.
Los pensamientos son como las luciérnagas mientras vuelan en libertad iluminan toda la noche pero si los aprisionas se apagan.
La luciérnaga que prende su luz se arriesga a ser descubierta y devorada por sus enemigos. Así le sucede a quien se anima a decir en voz alta su propio pensamiento. Cuando es de día las luciérnagas duermen apagadas. la sabiduria te calla lo que piensas cuando es inútil decirlo.
Si todos los animales noctámbulos iluminaran como la luciérnaga se acabarían las noches. Si todos nosotros/as iluminaramos con nuestra propia luz se acabaría la oscuridad.
Hay quienes son como las luciérnagas: Iluminan con su propia luz, intermitente y pequeña. Hay quienes son como la luna: Iluminan con luz fuerte y constante pero ajena. No desprecies la luz de la luciérnaga porque es pequeñita.
Anímate a ser como la luciérnaga Y descubrirás que en tu vida hay luz para iluminar a los otros.